No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
¿Qué te aporta felicidad?
Mucho hablamos de felicidad, de ser felices y la mayoría de
veces asociamos la felicidad a lo externo, a cómo nos hace sentir tal o cual cosa… A que los tuyos gocen de salud, de trabajo, de
amor, y según todo esto la felicidad siempre
penderá de un hilo finísimo que nos balanceará entre la dicha y la desdicha. La
felicidad depende de tantas cosas
¿verdad? Quizá es un estado
momentáneo del hombre, o quizá forme
parte de su naturaleza y como todo en la vida es cíclico, tiene sus fases. Hay
muchos místicos que nos han hablado de la felicidad como un estado de consciencia.
Yo te propongo una
cosa: Un ejercicio para ejercitar lo que puede llevarte a sentirte mejor
contigo mismo y por lo tanto a ser un poco más feliz.
Coge un papel y lápiz, anota en él dos personas que te hagan
feliz. Piensa… Pueden haber formado
parte de tu vida, o puede que estén en tu círculo más próximo, amigos, familia
etc…
Anota qué es lo que más te agrada o te agradaba de ellos… sus virtudes, por
ejemplo : Su amor por los animales ( y eso me hace feliz)
Su sonrisa aunque estuviera viviendo amargamente.
Sus ganas de superarse ante la adversidad.
La forma que tiene de tratarme o mirarme.
Su paciencia….
Y ahora recuerda tus momentos compartiendo eso… Date un
tiempo, revívelo de nuevo. Con esto has aportado felicidad a tu vida que no
depende más que de lo que sentías.
Pues bien todas esas
cosas que admirabas o admiras de las
personas que te hacían o hacen feliz, son las virtudes que a ti te harán feliz,
son todo aquello que tienes que potenciar para sentirte bien. Son todo lo que tú tienes que desarrollar.
Porque siempre vemos en el otro las virtudes que son hermosas, las que nos
pueden llevar hacia un estado de armonía
y bienestar y las que tenemos que agrandar en nosotros.
Busca esas claves en
ti. Te harán feliz, sin duda alguna.
Empatiza; aprende a ser feliz, y aprende a respetar a todas
aquellas personas que también lo son, que son felices, que están viviendo
momentos de felicidad. La felicidad ayuda a la gente a comprender la vida, a
ser más humanos y dichosos. Hemos de aprender un lenguaje nuevo, porque hasta
el momento “ser feliz” levantaba o sigue levantando celos,
envidias y complicaciones en las relaciones, y poco a poco hemos
reprimido la felicidad para no padecer estos sufrimientos.
Parece extraño, pero ser desdichado se ha
convertido en algo extraordinario, pues es la forma de estar en la sociedad,
que te quieran, que te cuiden y en cierto modo estimula la compasión de los demás
(cosa que me parece tremendamente hipócrita)…
Parece ser, que ser feliz en los
tiempos que corren sea un gran pecado, señores.
Ser feliz es trasladarte a lo transcendental,
ser feliz es vivir fuera de tu ego y sólo
así, siendo feliz, podrá cambiar la
sociedad y dejará de estar enferma.
Siempre que veas a alguien feliz, respétalo como si fuese
sagrado, porque se ha encontrado a sí mismo.
La felicidad es una estrella fugaz que te deja una estela
de dicha para que brille eternamente en
ti.
©Luhema
Volveré a leer esto. Se que alguien lo necesita. Yo he llegado a ese estado, en que la felicidad te pregunta: por qué las llamad así y no la encuentran, cuando todos la buscan. 💙
ResponderEliminar