No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Foto de Himitsuhana
Estar hacia adentro.
Son muchas las personas que evitan al mundo, precisamente en alguna que otra ocasión yo me he recluido durante temporadas, unas cortas y otras quizá demasiado largas, y por eso, por mi experiencia, quiero compartir el análisis perceptivo de hice de estos retiros.
Es enriquecedor y muchas veces necesario silenciarse y escucharse, mirar adentro, apartarte de lo mundano, de los brillos cegadores del consumismo y del carrusel de las emociones, es necesario diría yo para la salud mental darte un respiro el tiempo que creas conveniente, o dispongas.
Pero un indicio de preocupación es cuando una persona sobre todo si es altamente sensible, decide apartarse del mundo o esquivarlo como conducta constante y persistente. Yo precisamente muchas veces tengo la tentación de hacerlo, no os creáis, me encerraría en mi casa y dejaría todo lo demás afuera, pero sé que esta forma de actuar es totalmente autodestructiva. Bueno, y ahí voy. ¿Cuál es el motivo por el que una persona tiende a querer aislarse?
El ser humano tiene que relacionarse, forma parte de su supervivencia, va en nuestra naturaleza, y aunque ahora las personas tienen menos tiempo para escuchar, para prestar atención al otro y todo es tan virtual, redes sociales, WhatsApp, es necesario para nuestra salud mental comunicarnos, mirarnos a los ojos, abrazarnos y expresar con todo nuestro cuerpo.
Sólo esta pequeña curiosidad; ¿conoces el término Hikikomori? -El término “Hikikomori” (traducido como “estar aislado”) fue utilizado en la literatura científica por primera vez en 1986. Se trata de sujetos que se aíslan en su habitación o su casa durante largas temporadas, desde meses hasta varios años, evitando en todo lo posible el contacto con el exterior y abandonando el trabajo, la universidad, la escuela… No existen síntomas de ningún trastorno psiquiátrico, ni siquiera muestran síntomas de trastorno de personalidad. Tampoco se dan rasgos de agorafobia puesto que el hikikomori es capaz de salir esporádicamente a la calle sin problemas para comprar los productos que necesiten, aunque eso sí, utilizando usualmente las primeras horas de la mañana o la noche para estas escapadas ocasionales, y siempre evitando el contacto social. Y este síndrome está causando furor en Japón y ahora en toda Europa.
Veréis, las personas altamente sensibles tienden a recluirse del mundo de forma natural y con un fin sobre todo si son creativas, porque necesitan tiempo de soledad, tiempo para dejar que las musas acudan, y tiempo sin la presencia de otras personas, pero tampoco se puede ir muy lejos de esta forma, así que hay que encontrar el equilibrio perfecto para poder vivir en armonía entre la multitud y tu ser.
La persona altamente sensible si tiene un grado de consciencia y reconoce que está pasando por un momento crítico sabrá que tomar distancia de la vida de manera correcta le servirá para reforzarse, tener otra perspectiva, para tomar la decisión correcta, y tomar impulso…
Cuando ocurre que no tienes ganas de estar con más gente, es porque se está saturado y cansado de banalidades, superficialidades, juegos de poder, dimes y diretes, y muchas veces, estar con los amigos o entablar relaciones nuevas supone un desgaste energético del que no se dispone bien por el estado de ánimo y por la falta de interés. Puede sonar a egoísta esta actitud, y lo es, pero en ocasiones es más que necesaria para poder encontrarse a uno mismo, así que es lógico que durante ese tiempo no se desee estar con otras personas, acudir a eventos, estar en lugares en los que confluya mucha gente… Es habitual no prestar atención a las conversaciones y tampoco se toma partido en ellas.
Pero si observas que una persona altamente sensible ( o tú por ejemplo) está demasiado tiempo absorta en su mundo, puede ser debido a que su grado de sensibilidad le haya sobrepasado de tal forma que se sienta incapaz de gestionar sus emociones y le cueste “verse” en el mundo que le rodea, quizá porque adaptarse a la idiosincrasia del lugar en el que vive, o de las personas, o del trabajo, le sea ya no imposible, sino totalmente incompatible a su forma de sentir el mundo.
Reitero, una persona con alta sensibilidad se retrae del mundo cuando no se ve en él, cuando no tiene los pies en el suelo, cuando tiene algo que resolver y es incapaz de comunicar su sentir, bien por desconocimiento, desconfianza, por miedo a no ser aceptado etc…, normalmente cualquier otra persona buscaría ayuda afuera, pero estas personas no, siempre intentan resolver sus asuntos en la intimidad y muchas veces el tiempo de introspección se vuelve en su contra porque retroalimentan la única sensación que tienen, que es la de estar solos en su mundo de seguridad y , “quedarse en tu mundo porque te sientes incomprendido es una excusa, es entrar en las profundidades y en abismo del victimismo” y esto inevitablemente te restará poder y capacidad para desarrollarte en tu ser divino, y al final conseguirás aislarte hasta de ti mismo.
©Luhema
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