No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Imagen de (Himitsuhana)
La oportunidad de ver partes nuestras sin resolver.
Todos, tarde o temprano hemos experimentado cómo alguien ha sacado lo peor de nosotros. En realidad es la oportunidad que nos da la vida para ver partes nuestras sin resolver. Son momentos en los que desde nuestro inconsciente surge la sombra.
Esa sombra se ha nutrido de todas nuestras experiencias pasadas que no hemos sabido transmutar.
Y fijaos cómo es la vida que nos somete a reconocer nuestra sombra, ayudados por la familia y personas de nuestro alrededor.
En el proceso de discernimiento, podemos sentirnos atrapados en relaciones que insólitamente perduran hasta que no drenamos la toxicidad de antiguas heridas nuevamente abiertas (inconscientemente) por estas personas, personas que en ocasiones se nos hacen insoportables.
La finalidad es que podamos drenar o hacernos inmunes a lo que todavía nos descentra y consigue amargarnos la existencia. Por ejemplo aparecerá en nuestra vida la figura de un mando, superior o jefe que nos recordará a un padre intolerante o exigente, o la figura de un hijo o hija rebelde que nos mostrará lo que no nos gustó de nosotros o no pudimos vivir libremente, o aparecerá la amiga chismosa, que es un aspecto de nosotros mismos que evitamos a toda costa. En realidad vendrá a nuestra vida cualquier conducta ajena que despierte en nosotros una aversión haciendo que reaparezca el dragón que vive escondido en las profundidades, en la sombra de nuestro inconsciente haciendo estallar un conflicto.
Obsérvate, cuando se desate el dragón en ti.
Sé capaz de ver qué herida te supura y qué te está mostrando, porque es el indicativo de aquello que tienes pendiente de trabajarte.
Una vez lograda la aversión podrás acceder a un nuevo nivel de conciencia y dejaran de sacar lo peor de ti porque habrás hecho las paces contigo mismo y tu ego estará en paz.
©Luhema
Que piedo decir respecto a esta reflexión....es increíble Begoña como llagas al alma.. Un abrazo muy grande.
ResponderEliminar