No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
De nosotros depende que impregnemos nuestra vida positiva o negativamente.
Si lo que nos llega es negativo y nuestra disposición mental es la misma, reforzará la negatividad.
Si lo que nos llega es negativo y nuestra predisposición es positiva, no nos afectará y además volveremos lo negativo en positivo.
Y si lo que nos llega es positivo y nuestra disposición también lo es, la felicidad está asegurada.
Nosotros estructuramos los pensamientos, por lo tanto la actitud ante la vida girará en torno a este axioma de positividad o negatividad.
©Luhema
Comentarios
Publicar un comentario