No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
LIBRANDO UNA BATALLA
Todos queremos tener un día
perfecto, o por lo menos que nos deje tiempo para poder saborear las cosas
bellas de la vida, y aunque no siempre
es así, por mil motivos, se intenta
llevar lo mejor posible no por ello dejando de esbozar una pequeña sonrisa “interior” que nos alivie ( Y cuando digo
sonrisa también me refiero a ser respetuosos con los demás y comportarse por lo
menos de forma agradable), pero cuanto más se afina uno en las percepciones
sutiles de la vida intentando no apagar la luz interior y tratando de ser uno
mismo, también te das cuenta que hay muchas personas que viven sin alma,
sin sonrisa, con mucha mala leche, con una mochila de pesimismo, de preocupación , dolor y enfado continuo; vamos
lo que se dice estar “quemados” que es
asombrosa.
Es muy curioso y yo siempre he escrito mucho de, el concepto de que “lo
afín atrae a lo afín” pero esto también te lo topas de bruces y es que la dualidad se
está definiendo muchísimo en este tiempo.
¿Cuánto dolor, resentimiento y
desesperanza tiene que haber para que
una persona se convierta en un ser frio y tan poco empático?... Quiero seguir
confiando en el ser humano pero, a veces se me hace un poquito difícil, me
duele y mucho ciertas actitudes y acciones… ¿Qué está pasando?… Creo que se
está librando una batalla muy intensa en el interior el ser humano sin que
muchos se den cuenta de ello, tanto que creo que es el momento de poner todo lo
que somos al servicio de la conciencia de unicidad.
Mensaje a los fríos de corazón:
Recuerda que el amor que no das te lo quitas.
Ahora cuando salgas a la calle intenta dar luz porque puede que le salves la
vida a una persona, incluso a ti mismo.
Haz un esfuerzo por ver siempre el lado bueno de las cosas.
Y tal vez descubrirás que no es un mal día...Y ni siquiera una mala vida.
©Luhema
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