No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
...Y llega el día en el que nos tropezamos con "aquello", y entonces, sin más le llamamos destino. Es curioso ¿verdad?...¿Qué se esconde tras ese destino? ¿Destino?... Aquí lo dejo, al libre pensamiento.
©Luhema
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