No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Cuántas veces te dices a ti mismo; la próxima vez no dejaré que esto suceda. Es que no tengo picardía. Ya no pienso dejar que nada ni nadie me lastime. Estoy cansada de sufrir y de llorar a escondidas… Y vuelve a suceder, vuelves a sentir ese arañazo en el alma y seguramente de quien menos esperabas.
Y es que las personas sensibles son así…, continúan haciendo las cosas con el corazón, porque no es una elección sino una manera de ser, una manera de vivir. Y aun teniendo el corazón lleno de cicatrices, esas personas nunca cambiarán, continuarán haciendo las cosas con el corazón, y eso de verdad es majestuoso, porque actuar con frialdad o con la sensibilidad congelada mata las cosas, las relaciones, el amor y a uno mismo.
Estas personas sensibles que siguen haciendo las cosas de corazón son gente que continúa poniendo en valor la inocencia, que me parece la manera más bonita de vivir la vida, porque aquí me va como anillo al dedo una de las frases de la escritora Clarissa Pinkola” que dice así;”. La ignorancia es no saber nada y sentirse atraído por lo bueno, inocencia es saberlo todo y seguir sintiéndose atraído por lo bueno” Pues eso, “saberlo todo y seguir sintiéndose atraído por lo bueno” porque esa misma necesidad de amar, de entregar el corazón, es lo que le sirve a uno para contrarrestar sus duelos.
Una persona de corazón noble aunque cargue con más heridas, aunque sienta mucha carga en sus espaldas, aunque piense que debería ser de una manera distinta…, es más feliz y se hace más fuerte y asertiva porque al final extrae de sus propias experiencias lo más bonito que hay en ellas. Estas personas tienen una salud emocional que pocos poseen porque mantienen un temple que las hace tolerantes y pacientes cuando hay que serlo.
Las personas de corazón, son gente con alma grande y poco rencor. Son personas sencillas y de fácil perdón, que no engañan pues no va con ellas el engañarse a uno mismo.
Yo prefiero rodearme de personas de corazón.
©Luhema
Las personas fuertes sonríen con el corazón roto,
lloran a puertas cerradas y
pelean batallas de las que nunca nadie se entera.
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